Niveles estratégicos de marketing político en campañas electorales de gremios universitarios

Juliana Ferrer


Una señal insoslayable acerca de los retos que enfrenta la política, es el desarrollo de estudios sobre campañas electorales, las cuales cada vez se observan más profesionalizadas y modernizadas, hasta el punto de presentarse cuestionamentos que apuntan a discutir, la nueva concepción del marketing político donde se presenta cambio de estilo y forma de la política, sin cambiar su esencia pero sí buscando vías alternas estratégicas para llegar a los votantes.


Así, la política deberá considerar tanto el cambio en los criterios mediáticos, como la mayor influencia que han cobrado los asesores en marketing político respecto de las organizaciones partidarias clásicas (Priess; 2000: 149), dado que hoy día existe una racionalidad manifiesta en la actitud del nuevo votante.


Ante la disminución del voto cautivo, la lealtad partidaria cada vez más frágil de los ciudadanos y la gran cantidad de indecisos, dispuestos siempre a cambiar de fuerza política, los partidos se ven obligados a luchar por la adhesión de votos en otros sectores socioculturales, que aquellos que le fueron tradicionalmente afines.


De allí que se afirme que un buen asesoramiento político estratégico y permanente es más efectivo a los partidos y los políticos, que por lo general apuestan sólo al efecto inmediato. Surge entonces, el verdadero rol del marketing político: proveer a la campaña de un enfoque integrador de los diversos aspectos de planificación y gerencia que la constituyen. De allí que propongamos una concepción del marketing político apoyada en un eje estratégico que coordine tres niveles básicos de planeamiento y ejecución: la estrategia política, la estrategia comunicacional y la estrategia publicitaria, basada en niveles de congruencia que permitan generar una imagen positiva de la realidad política.