Liderazgo, comunicación efectiva y resolución de conflictos.
José Antonio Viveros
La Revolución Industrial se inicia en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII, gracias al perfeccionamiento de la máquina de vapor. Esto significó el paso hacia la producción de gran escala y el desplazamiento de los trabajadores desde el campo y las aldeas hacia los grandes centros industriales en donde sus condiciones de vida se redujeron a un nivel difícilmente creíble. Hombres, mujeres y niños trabajaban horas interminables, con escasa remuneración y viven apiñados entre la inmundicia y las enfermedades. En efecto, en los primeros años de la revolución industrial se cuidaba más a las máquinas que a los trabajadores, pues sobraba la mano de obra y las máquinas eran muy difíciles de obtener.
Taylor, investigador que se preocupó de estimar cuánto trabajo podía producir un trabajador eficiente y calcular con ello estándares de productividad, planteó los siguientes principios básicos:
• Seleccionar los mejores hombres para el trabajo.
• Dotar de buena iluminación y aireación los lugares de trabajo.
• Instruir en los métodos más eficientes y los movimientos más económicos a los trabajadores,para su mayor rendimiento.
• Conceder incentivos en forma de salarios más altos para los mejores.
En 1923 Charles Elton Mayo completa la investigación de Taylor sobre la importancia del factor humano en la producción, replanteando la tesis al sostener que no es el trabajo individual el que produce los mejores frutos, ya que el hombre por ser un “animal racional” necesita de satisfacciones en la labor que desarrolla tanto individual como grupalmente. La industria, además de preocuparse de la producción, deberá entender que también cumple una “función social”, por lo que tiene que ir creando y distribuyendo satisfacciones entre su personal para incentivar su responsabilidad y preocupación de cumplir mejor y más rápidamente con su labor. Las conclusiones de Mayo fueron:
• El trabajo es una actividad grupal.
• El mundo social del adulto está organizado principalmente por el trabajo.
• La necesidad de reconocimiento, seguridad y la conciencia de pertenecer a un grupo es más importante en la actitud y la productividad de los trabajadores que las comodidades físicas del trabajo.
• La efectividad y las actitudes del trabajador están condicionadas por la demanda social del interior, de la fábrica (a veces también de la demanda exterior).
• La colaboración de los grupos no se produce por accidente o casualidad, debe planearse y desarrollarse.
El propósito de este documento de trabajo es reflexionar sobre nuestras Relaciones Humanas, en tanto es una necesidad para nuestro trabajo y para nuestro ser.
Lo propio de la relación personal es recurrir al otro, considerándolo en su unicidad o integridad. En otras palabras, es estar con él, tal como es en sí mismo. Esto significa conocer la realidad del hombre y hombres, más aún, estar en contacto con el hombre para que se dé la perfecta relación.
La palabra relación significa “referirse a”, “contacto con”, “volverse a”. El concepto humano es relativo al hombre en lo que le es más propio. Entonces, deducimos que Relaciones Humanas es referirse a los hombres, contacto con los hombres, volverse a los hombres.
Las relaciones humanas pueden darse al “natural”, espontáneas. En ellas, el trato con nuestros semejantes es impulsivo, casi automático. Se traduce en actos y palabras no sujetas a control, sino al estado de ánimo que tengamos en un momento.
En el mundo tecnológico en que nos desenvolvemos las cosas deben ser administradas para obtener los objetivos propuestos; por eso, las personas que llamamos “bien educadas” han aprendido conductas y comportamientos que les permiten distinguir una actitud grosera o perjudicial, como negativa a la técnica de comportamiento. Esto significa haber entendido que no puede obrarse impulsivamente, sino que deben tenerse en cuenta todos los factores que hacen posible una buena convivencia, el entendimiento mutuo y el respeto recíproco.
Cada relación con los demás adquiere características propias y únicas debido a la individualidad. Sin embargo, los contenidos y campos de acción son comunes facilitando el encuentro y el diálogo.
Las Relaciones Humanas son un ARTE. Aprenderlo implica dominar la teoría y la práctica. No basta saber (conocer, investigar o estudiar).
Las Relaciones Humanas de hoy buscan encontrar los elementos que favorezcan la producción mediante el buen entendimiento de los distintos estamentos que interactúan. Por lo tanto, la producción está en los ámbitos de Liderazgo, la Comunicación y la Resolución de Conflictos.
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